lunes, 28 de julio de 2008

La potencialidad del estudio de los vestigios bélicos


En muchos países europeos y de otros continentes el patrimonio bélico del s. XX está integrado en una red de museos y equipamientos didácticos acondicionados para el gran público , iniciativas que cuentan con el aval y promoción de las administraciones e instituciones científicas.

Existen en la Comunidad de Madrid cientos de vestigios bélicos tales como casamatas, fortines, búnkeres, observatorios, refugios, trincheras, intrincados en espacios urbanos o naturales, y que corresponden a las diferentes fases de evolución del frente durante la Guerra Civil Española (1936 – 1939).

Para que estos restos puedan transmitir una valiosa información histórica es necesario actuar de manera continuada sobre ellos, exhibiéndolos, adecuando sus entornos, manteniéndolos limpios y a salvo del vandalismo, etc. De lo contrario, pierden su sentido, la gente pasa con indiferencia ante ellos y se vuelven invisibles. Los vestigios no hablan por sí mismos. Considerados aisladamente, en su estado actual y fuera de su contexto histórico, estos espacios no nos sirven para entender una guerra. Por esta razón, es necesario dotar al territorio de un sentido común que transforme el campo de batalla en un espacio de interpretación con un enorme potencial desde el punto de vista educativo y cultural.

Estos vestigios son consecuencia directa de una traumática guerra pero a nivel metodológico debemos alejarnos de realizar juicios de valor y más que olvidar y denostar estos testimonios bélicos, considerar su potencialidad a la hora de acercarnos a nuestro pasado reciente. Los espacios fortificados o campos de batalla son muy interesantes desde el punto de vista didáctico, instructivo y educativo, ya que acostumbran a condensar los conocimientos y recursos de una sociedad. Estudiar la guerra es inherente a la comprensión de un proceso histórico y soslayarla es correr el riesgo de caer en una praxis acientífica sobre la percepción del pasado (Hernández Cardona, 2007).

1 comentario:

Vengo gatuno, vengo gatuno dijo...

No puedo estar más de acuerdo con tu argumentación. Sí a la memoria histórica. Es necesario conservar los vestigios de nuestra historia más reciente, pq con el tiempo dejará de ser reciente y sera solo historía y tanto como la pintura y la arquitectura estas estructuras son y serán testimonio de una época, además crucial y controvertida. Sin ánimo de hacer de esto una cuestión política, sino de la ciencias históricas.

Javier Mena (del curso IART)

P.D.: bien hecho al fundar el blog, te visitaré a menudo.